El desempeño y éxito de una empresa radica en lo bien que sea administrada y posicionada en su mercado meta.
Para que funcione adecuadamente es importante conocer y saber el papel que juegan cada uno de los indicadores financieros que la integran.
Por eso, en esta ocasión te compartimos cuál es la diferencia entre liquidez y rentabilidad.
Cuando echamos a andar un negocio, es relevante tener claridad sobre diversos conceptos, sobre todo cuando se tienen que tomar decisiones para que la empresa siga adelante, salga de un bache o atienda un proyecto nuevo.
Por ello, en principio es importante saber que tener liquidez no es igual a tener rentabilidad y que cada una de éstas tienen un rol para que el negocio siga adelante.
Hacerlo permitirá contar con un negocio financieramente sano y con altas posibilidades de sobrevivir con el paso del tiempo.
¿Cómo se determina la liquidez y rentabilidad en el análisis financiero?
Un análisis financiero evalúa el estado actual de una empresa en dicho rubro.
La liquidez
Para determinar la liquidez de una empresa, en ese mismo documento, se puede identificar cómo se encuentra el nivel de este indicador quitando los ingresos de dinero de los egresos que tiene el negocio.
Al monto que resulte se tendrán que restar los gastos y obligaciones que tenga la empresa.
Con esta fórmula, se sabrá cuál es la liquidez real
Así que, a mayores ingresos o ventas se tendrá una mayor liquidez.
La rentabilidad
Para calcular la rentabilidad de una empresa se necesita quitar los ingresos totales a la inversión.
También se puede calcular mediante porcentajes con la fórmula: Costos/ingresos totales*100.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta muchos más elementos derivados de este resultado como lo es la rentabilidad bruta, rentabilidad operativa y rentabilidad neta.
Rentabilidad bruta. Para calcular el margen bruto hay que restar los costos variables a las ventas totales.
Rentabilidad operativa. Para obtenerla se deben restar los costos fijos al margen bruto. El resultado será la rentabilidad operativa.
Rentabilidad neta. Y para calcular la rentabilidad neta, debemos restar los impuestos a la rentabilidad operativa.
¿Cuál es la diferencia entre liquidez y rentabilidad?
La liquidez es la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo, es decir, pagar sus deudas y gastos inmediatos sin ningún inconveniente.
Mide la disponibilidad de efectivo y otros activos líquidos a su disposición de manera inmediata. Una empresa altamente líquida tiene suficiente efectivo o activos líquidos para pagar sus deudas inmediatas sin incurrir en problemas financieros.
Por otro lado, la rentabilidad se refiere a la capacidad de la empresa para generar ganancias con relación al capital invertido en ésta.
Asimismo, mide la eficacia de la compañía para generar beneficios a largo plazo.
Una empresa que es rentable genera suficientes ganancias para cubrir sus costos y proporcionar un rendimiento positivo a sus accionistas.
En el mundo empresarial, también se pueden encontrar empresas con suficiente liquidez, pero baja rentabilidad.
Cuentan con efectivo y activos líquidos para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo, pero, lamentablemente no están generando las ganancias necesarias a largo plazo.
También, una empresa puede caracterizarse por tener una alta rentabilidad, pero baja liquidez.
Esto significa que está generando ganancias a largo plazo, pero no tiene suficiente efectivo o activos líquidos para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo.
Por lo tanto, es importante que las empresas encuentren un equilibrio entre la liquidez y la rentabilidad para garantizar su sostenibilidad financiera de largo plazo.
Ejemplo de liquidez y rentabilidad
A continuación te compartimos un ejemplo de liquidez
Para ilustrar un ejemplo de liquidez en una empresa, supongamos que ésta tiene los siguientes activos y pasivos a corto plazo en su balance:
Activos a corto plazo: $100,000 en efectivo, $50,000 en inventario y $25,000 en cuentas por cobrar, total de $175,000.
Pasivos a corto plazo: $75,000 en cuentas por pagar y $25,000 en préstamos a corto plazo, total de $100,000.
En este caso, la empresa tendría una liquidez de $75,000 ($175,000 – $100,000), lo que significa que tiene suficiente efectivo y otros activos líquidos para pagar todas sus deudas a corto plazo.
Esta es una señal positiva de que la empresa es financieramente saludable y tiene la capacidad de cumplir con sus obligaciones financieras en el corto plazo.
A continuación te compartimos un ejemplo de rentabilidad
Un ejemplo de rentabilidad en una empresa se puede ilustrar con los siguientes datos hipotéticos:
Supongamos que fabrica y vende productos electrónicos, y durante el último año fiscal, generó $10 millones en ingresos totales.
La empresa tuvo costos de producción y gastos operativos por un total de $7 millones. Por lo tanto, la utilidad bruta de la empresa es de $3 millones.
Sin embargo, también tuvo que pagar impuestos y otros gastos no operativos, como el alquiler y los intereses de préstamos.
Estos gastos sumaron un total de $1 millón. Por lo tanto, la utilidad neta de la empresa para el último año fiscal es de $2 millones.
Para calcular la rentabilidad de la empresa, se puede utilizar la fórmula de retorno sobre la inversión (ROI).
Si suponemos que la empresa tiene activos totales por valor de $15 millones, entonces el ROI sería:
ROI = (Ganancia neta / Activos totales) x 100% ROI = ($2 millones / $15 millones) x 100% ROI = 13.3%
En este ejemplo, la rentabilidad de la empresa es del 13.3%, lo que indica que la empresa ha generado un retorno sólido sobre su inversión y ha sido capaz de generar beneficios significativos después de pagar todos sus costos y gastos.
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