Hoy en día es posible encontrar alguna opción que se ajuste a las necesidades de lo que buscas y lo más importante, que responda a tu situación de solvencia. Pero para evitar que haya algún contratiempo, aquí te explicamos cómo elaborar contrato de crédito revolvente entre particulares
Hablemos primero sobre el crédito revolvente
Una de las razones más comunes por las que las empresas solicitan financiamiento es para aumentar su capital de trabajo o tener más liquidez, por lo que, tener acceso a un crédito es una de las ventajas que ofrece el sistema financiero
En términos generales, un crédito revolvente es prácticamente un límite de crédito (permanente) que lo establece la institución financiera que te facilita el monto y se utiliza de forma repetida, renovándose conforme vas pagando lo que usas.
Además, te permite disponer de efectivo en cualquier momento y, a diferencia del crédito simple, una vez que liquides la deuda, vuelves a tener la línea de crédito completa para seguirla utilizando.
Ventajas del crédito revolvente
Algunas ventajas de los créditos revolventes son:
- Permite a las empresas disponer de efectivo cuando lo necesitan.
- Ayuda a tener liquidez cuando sea necesario.
- Es un tipo de financiamiento que impacta, de manera positiva, el capital de trabajo.
- Se puede utilizar el crédito en repetidas ocasiones.
- Existe la posibilidad de aumentar el monto del crédito de acuerdo al buen manejo.
Por lo que, el crédito revolvente se convierte en una excelente herramienta financiera, sobre todo para los pequeños y medianos negocios que necesitan liquidez inmediata.
Principalmente para la compra de productos, para el pago de nómina o para resolver problemas de liquidez inmediata.
Contrato del crédito revolvente
Ahora bien, como en cualquier producto o servicio que adquieras por cierto tiempo, es indispensable contar con un contrato, tal es el caso del crédito revolvente entre particulares.
En términos generales, la estructura que debe tener dicho contrato son: especificación de la adquisición del crédito, el plazo de pago, las tasas y comisiones que tendrá el deudor, además de las formas de pago, así como el destino y uso de la línea de crédito y la garantía.
Estos puntos pueden variar, sin embargo tienen el fin de dejar en claro para ambas partes el compromiso que se está adquiriendo.
1La adquisición del crédito
Este acto el acreedor le otorga al deudor una línea de crédito a su favor, hasta por la suma asignada.
2Plazo del crédito
Las partes convienen en que la línea de crédito revolvente relacionada en la cláusula primera tendrá una vigencia.
3Interés y comisión
El plazo de este contrato cada desembolso que el acreedor realice a favor del deudor por cuenta de esta, tendrá una tasa de interés corriente, la que podrá ser una tasa fija o variable.
4Formas de pago
El acreedor debitará de dicha cuenta el monto de la cuota correspondiente en la fecha establecida en el respectivo plan de pagos.
5Destino y uso
Se podrá hacer uso del capital aprobado de manera parcial o total, dentro de las limitaciones de la disponibilidad del monto y plazo de la línea de crédito.
6Garantía mobiliaria
Se constituye, modifica, transmite o cancela una garantía, un privilegio especial o un derecho de retención, en favor de un acreedor sobre un bien o conjunto de bienes muebles para garantizar el cumplimiento de una obligación.
En qué consiste
Funciona de manera similar a una tarjeta de crédito: al momento de firmar un contrato se acuerda cuánto es la cantidad que se tendrá disponible.
Conforme el beneficiario pague el monto que tomó, puede volver a disponer de esos recursos.
Este contrato es un acuerdo entre dos o más personas, al igual que en el convenio.
Es decir, es un trato de voluntades que se da para producir o transferir obligaciones y derechos
Para cumplir con lo acordado o estipulado es esencial para que todo salga en orden conforme a lo acordado, por eso es ideal elaborar un contrato para respetar las condiciones del contrato y así contar con una puerta abierta en caso de volver a requerir un financiamiento.
Generalmente este producto financiero se gestiona como un crédito rápido o a plazos, por lo que, a veces no es necesario que se presente documentación para demostrar que eres solvente; sin embargo, hacerlo fortalece cualquier convenio.
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