En México, los bancos e instituciones financieras ofrecen algún tipo de crédito empresarial con características diversas, pero en realidad, ¿qué son y para qué sirven?
Un crédito empresarial es un recurso financiero que te ayuda a administrar de manera más eficiente los recursos, contabilidad y planeación financiera.
Generalmente este tipo de financiamientos ofrecen plazos de pago que van desde los 3 meses hasta los 5 años; mientras que los montos mínimos por cada línea de crédito son por 2 millones de pesos, los montos máximos cambian según el tamaño y perfil de empresa.
Las tasas de interés que te ofrece el mercado pueden ser fijas, variables o mixtas.
Aunque las características son distintas entre cada una de las instituciones financieras, los créditos empresariales pueden ser simples, revolventes o mixtos.
Un ejemplo concreto de uso de este tipo de créditos es el pago de viáticos a los empleados de tu organización; a diferencia de otro tipo de préstamos, con la línea de crédito empresarial puedes autorizar en qué y cuánto puede gastar cada empleado.
Sin embargo, un crédito empresarial puede ser más sofisticado y apoyar tus planes de comercializar tus productos en mercados internacionales.
Para contratar un crédito empresarial es importante que primero revises la situación actual de tu empresa (ventas, ingresos, egresos, balances anuales) y definas tus objetivos de crecimiento, pues esta base te apoyará a definir la mejor opción entre los productos de este segmento de crédito que te ofrecen los bancos o instituciones financieras.
La clave es considerar la etapa de maduración en la que se encuentra tu compañía y determinar cuáles son tus necesidades inmediatas, así como tus planes de corto, mediano y largo plazo.
Para poder obtener un mayor provecho de este producto financiero, te sugerimos acercarte a un Asesor SOC para una asesoría profesional.
Acceso a crédito para mi empresa
Un crédito empresarial te permite:
- Comprar equipo nuevo para incrementar tu producción o llegar a nuevos mercados.
- Aumentar tu plantilla laboral o pagar nómina.
- Construir un historial crediticio que te abra nuevas y mejores opciones en el futuro.
- Mejorar el flujo de caja y rentabilidad de tu empresa
- Comprar más inventario para cubrir la demanda de tus productos.
- Apertura de nuevas sucursales.
- Pagar proveedores.
- Adquirir infraestructura o logística.