Una inversión, generalmente, nos ofrece un rendimiento y nos apoya a fortalecer nuestro patrimonio. Si este es tu objetivo, te presentamos tres opciones para que dejes de pensar por qué invertir mi dinero me ayuda a ganar más.
En México, varias instituciones financieras cuentan con alternativas para este objetivo, como invertir en un bien inmueble, impulsar tu empresa o cubrirte con un seguro.
Comprar una casa
Adquirir un bien inmueble es una buena inversión por varias razones.
Por ejemplo, cuando compras en una zona que te puede generar plusvalía o si buscas alquilar y obtener ingresos por este concepto.
También puedes remodelar una propiedad para luego vender a un mejor precio.
Publicaciones especializadas estiman que, en la última década, los departamentos en la Ciudad de México han triplicado su precio, ofreciendo un rendimiento superior al de cualquier instrumento financiero.
Datos de la Sociedad Hipotecaria Federal, señalan que entre 2011 y 2017, el precio de las viviendas creció entre 4% y 8% a tasa anual.
Otra de las ventajas de invertir en un bien inmueble es que tienes un riesgo relativamente bajo, pues sólo en pocas ocasiones pierden valor.
Además, contar con una hipoteca te permite un ahorro sólido ya que es un dinero que inviertes en un espacio para vivir, rentar, o vender, en las mejores condiciones posibles conforme a tus planes.
Opciones para tu Pyme
Otra de las opciones es invertir en un crédito pyme. Entre las razones principales, destaca el que te permita trazar una independencia entre tus finanzas personales y tu negocio.
Además, obtienes un esquema que realmente va a funcionar para la operación de tu empresa. Financiar la compra de más inventario o nueva maquinaria, por ejemplo, te permitirá hacer crecer tu empresa, y, potencialmente, tus utilidades.
Seguros: Prevenir es mejor
Si optas por adquirir un seguro, también estás invirtiendo tu dinero.
Los seguros tienen como meta reducir la incertidumbre sobre el futuro inmediato, donde firmas un contrato o póliza con una compañía de Seguros donde pagas una determinada cantidad por un plazo, generalmente un año.
Con esto, estas garantizando un cierto pago futuro ante cualquier eventualidad, imprevisto u objetivo a cubrir.
Los más comunes son los seguros de vida, pero hay también seguros de automóviles, de coberturas ante accidentes o desastres naturales en un bien inmueble, o contar con un esquema de cobertura cuando tus hijos vayan a la universidad.
Si bien estas tres opciones son atractivas para invertir, lo mejor es acercarte a un Asesor de SOC Líderes en Asesoría Financiera, quiénes te podrán orientar sobre el esquema que decidas elegir para hacer crecer tu dinero.
