El 2020 fue un año muy complicado para todos. La pandemia del virus Covid-19 modificó por completo nuestra forma de vivir y nos enseñó a darnos cuenta del valor de muchas cosas. Sobre todo de la Salud, así como de la importancia de dejar algo para el momento en el que ya no podamos estar.
Por eso, aumentó considerablemente la adquisición de seguros de vida y de gastos médicos mayores. Además, las aseguradoras se vieron en la obligación de adaptarse, comenzando a digitalizar sus servicios ante el confinamiento.
El panorama del sector asegurador a inicios del 2021 lucía completamente diferente, al presentarse una disminución de un 2.8% en la contratación de seguros. Para el segundo trimestre del año se registró un incremento del 12.7%. Es decir, en primas totales más de 37 millones de pesos por arriba del mismo periodo del año pasado. Todo esto según información de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Seguros de vida
Fue en seguros de vida donde se presentó un crecimiento con un 42.79%, por arriba de los 7 millones de pesos en primas, seguido por seguros para auto con 22.05% en 1 millón 700 mil mdp, mientras que en accidentes personales se registró una reducción del 7.16%, con 180 mil pesos en primas.
Es un claro reflejo de la situación de salud en la que nos encontramos a nivel mundial. El repunte en el número de contagios generó una mayor necesidad de protección para las personas, que adquieren pólizas de seguros.
Sector asegurador y cultura de la prevención
En México no existe una amplia cultura de la prevención. Es un bajo porcentaje de la población la que cuenta con uno contratado: tan sólo el 25%. En su mayoría son seguros de vida, apoyados por la prestación que otorgan muchas empresas a sus empleados. En segundo lugar viene el seguro de auto con cobertura mínima, y en menor escala los de casa.
La pandemia nos está enseñando a comenzar a prever ante situaciones de emergencia, pero sigue existiendo una importante diferencia entre la cantidad de servicios ofrecidos por las aseguradoras y el número de asegurados.
Dependerá de las aseguradoras, así como de los agentes y autoridades, la responsabilidad en la conservación de las pólizas, para mantener la cartera de contrataciones, ante el riesgo de usuarios que contratan sólo durante la emergencia y posteriormente al sentirse tranquilos optan por cancelar el servicio.
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