Los últimos dos años significaron un aprendizaje intensivo para todas las personas dispuestas a manejar una empresa. En estos tiempos de reestructuración y adaptación acelerada, la asesoría financiera pasó de ser una opción a una necesidad para cuidar el capital productivo.
Por su parte, la política económica de incentivos financieros ayudó a generar disponibilidad y mejor acceso a créditos. Esto también significó que muchos empresarios tuvieran que salir a endeudarse sin contar con la práctica y los conocimientos adecuados.
¿Qué cuestiones principales debe tener en cuenta todo empresario para velar por el patrimonio y la salud financiera de su negocio?
Ahorro
La pregunta sobre qué hacer con el capital es una de las más comunes en la asesoría financiera de empresas. Y aunque la tendencia es reinvertir ganancias para maximizar el crecimiento, la pandemia demostró nuevamente por qué es necesario contar con un fondo de cobertura.
Se trata de una de las decisiones más difíciles para los empresarios y, además, denota cierto criterio de anticipación a las crisis.
Parte de esta práctica nace de evitar gastos innecesarios, especialmente en contextos de restricción o caída de la actividad económica. También tiene que ver con una práctica contable ordenada y atenta.
Elaborar un plan financiero
Diseñar un presupuesto avalado por los recursos y los ingresos con los que se cuenta es fundamental para toda empresa. Sobre todo si este presupuesto es revisado por técnicos que puedan estimar con precisión los valores de la actividad productiva estimada y los costos necesarios.
Esto se puede conseguir a través de una asesoría financiera especializada si no es que se cuenta con los recursos humanos capacitados para tal fin dentro de la organización.
Lo mejor es mantener el orden financiero al priorizar los gastos esenciales y proyectar una temporalización. Es decir que, el plan financiero debe estar pensado de forma mensual, trimestral o anual. También, en este presupuesto se contempla lo destinado a ahorro, el cual se recomienda sea en torno al 10% o 15% de los ingresos.
Llevar las cuentas al día
Esto tiene que ver con una proactividad y una atención que se practica día a día. Mientras que el plan financiero es la proyección y el diseño, el orden contable día a día representa la ejecución al pie de la letra de ese plan.
En este punto pueden existir diferencias en cuanto a la forma de administración de cada emprendedor, pero toda asesoría financiera remarca la importancia de llevar adelante un monitoreo periódico de las cuentas.
La clave está en registrar todos los ingresos y egresos de dinero que se dan en la operación de la empresa. Esto le permite al administrador tener una noción, en tiempo real, de la salud del negocio y conocer si se están cumpliendo los objetivos pautados.
Capacitarse e informarse
Como prestadores de asesoría financiera podemos asegurar que el conocimiento juega un papel fundamental en todo lo referente a la gestión y administración de una empresa.
Por un lado está la parte más informativa, la cual tiene que ver con estar actualizado sobre lo que sucede a nivel económico y político en el contexto en que se desarrolla el negocio.
Por lo general, los empresarios son más permeables a la información sobre las cuestiones que afectan directamente a su operación y patrimonio, tales como nuevas regulaciones y cargas impositivas. Pero también es recomendable afilar el ojo para detectar nuevas tendencias del mercado y oportunidades de crecimiento.
Por otro lado, hay un conocimiento más práctico que tiene que ver con la experiencia ya obtenida por otras empresas similares o de distintos rubros. El acercamiento a este tipo de prácticas se puede conseguir a través de foros y organizaciones de empresarios.
En esta categoría del conocimiento también cae la asesoría financiera, indispensable para conocer las prácticas financieras más comunes y útiles para distintas compañías.
Saber cuándo endeudarse
Algunos empresarios son más arriesgados que otros en cuanto al crédito o a la hora de salir a buscar inversores. Pero lo cierto es que lo mejor para la empresa es entender y saber manejar los tiempos para tomar deuda.
También se debe priorizar en cancelar deudas actuales lo antes posible, esto con la intención de evitar mayores gastos destinados a intereses. Parte de la planificación presupuestaria tiene que atender estrictamente esta cuestión.
De la misma manera hay que saber observar las oportunidades de endeudamiento, según el ciclo que esté atravesando el sector, la economía en general o el negocio propio.
Un factor fundamental para saber que el crédito va a ser productivo es observar los niveles de actividad de la empresa, la rentabilidad y las retribuciones posibles a mediano y largo plazo.
Tomar crédito es saber entender los tiempos, tanto los propios como los ajenos, además resulta uno de los puntos centrales a la hora de recurrir a una asesoría financiera.
Tengamos en cuenta que hay muchas razones por las que un empresario puede estar considerando pedir un préstamo. Algunas son la necesidad de contar con mayor capital de trabajo, la compra de insumos, o realizar un refinanciamiento.
Por esta razón, en SOC Asesores encontrarás información y asesoría financiera para distintos tipos de crédito empresarial.
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